Su título oficial es vice-presidente del desarrollo de alto rendimiento de Tennis Canada. Pero para el común de los mortales, Louis Borfiga es simplemente el arquitecto del enorme desarrollo y éxito que ha logrado el tenis canadiense desde hace 15 años.
Este lunes, Borfiga anunció que dejaría su cargo definitivamente en otoño de este año para regresar con su familia a Francia. La prensa canadiense habló de este fin de la aventura como un «retiro» o «jubilación», sin embargo, la prensa francesa informó que el monegasco podría formar parte del equipo del recién elegido presidente de la Federación Francesa de Tenis (FFT).
La herencia de Borfiga y la «French connection»
En un país donde hablar de deporte, es hablar de hockey y otros deportes de invierno, gran parte de los más grandes logros deportivos de los útimos años en Canadá fueron en tenis: Bianca Andreescu gana un Grand Slam y un torneo Masters, Milos Raonic y Eugenie Bouchard alcanzan las finales en Wimbledon, mientras que Vasek Pospisil se corona campeón en dobles, y todos los amantes del tenis no se pierden de ver un enfrentamiento entre Felix Auger-Aliassime y Denis Shapovalov. Detrás de esta escena ha estado Louis Borfiga.
A mediados de la década del 2000, la gerencia de Tennis Canada tomó la decisión de reestructurarse y facilitar más recursos financieros para el desarrollo de los jóvenes tenistas locales. Uno de los primeros pasos fue cuando al entonces Director de Entrenadores Nacionales de la Federación) Francesa de Tenis (FFT), el monegasco Louis Borfiga, le ofrecieron convertirse en Vice-presidente de desarrollo de élites de Tennis Canada. Ante el reto de crear casi todo de la nada, Borfiga abandonó el cargo que había ocupado por 16 años, en los que había contribuido al desarrollo de talentos como Jo-Wilfried Tsonga, Gilles Simon o Gaël Monfils.
Como actor principal en la restructuración de Tennis Canada, su primera decisión fue crear un Centro Nacional de Entrenamiento (CNE) para jóvenes de 15 a 19 años, ubicado en el estadio IGA de Montreal que se materializó en septiembre de 2007. Posteriormente, se agregaron programas para categorías menores y se crearon tres centros de entrenamiento regionales en Toronto, Calgary y Vancouver.
A Borfiga se le unieron Guillaume Marx y Frédéric Fontang, entrenadores relevantes de la FFT, quienes tuvieron la oportunidad de acompañar a Pospisil y Auger-Aliassime en su transición al circuito profesional.
¿De vuelta a la FFT?
Según los medios canadienses, Louis Borfiga, de 66 años, había contemplado desde hacía algún tiempo su regreso a Francia y, probablemente, la pandemia habría acelerado el proceso.
Casualidad o no, la elección de Gilles Moretton como el nuevo presidente de la FFT el pasado sábado 13 de febrero, podría haber sido el detonante de la partida del monegasco. En una rueda de prensa y en entrevistas con medios locales, Moretton declaró que tenía la intención de traer de vuelta a Borfiga en el rol de consultor. “Las conversaciones están bien adelantadas con él”, precisó Moretton, según el diario “L’Equipe”. Dos días después, Tennis Canada anunciaba su retiro.
A pesar de dejar su cargo, la gerencia de Tennis Canadá aseguró que Borfiga seguiría, al menos por un tiempo, como consejero honorario en el equipo encargado de la formación de la élite.