En Centroamérica, esta herramienta tecnológica está presente, por ahora, en dos países: Estados Unidos desde el 2017 y México desde 2018. En los otros países del continente, se han hecho pruebas en algunos partidos, sin lograr todavía que sea implementado de manera definitiva en los torneos locales, algo que se podría relacionar con el pobre nivel de los árbitros de esta parte del continente, debido a que no estaban lo suficientemente capacitados.
CONCACAF se manifestó esta semana y anunció que la Liga de Campeones que inició esta semana con ocho partidos en la fase de ida, por decisión del organismo, solo tendrá el uso del VAR, a partir de las semifinales y la final. Además, se usará en la Copa de Oro 2021 (del 2 de Julio al 1 de Agosto), en la CONCACAF League de clubes, Eliminatorias rumbo a Qatar 2022 y la CONCACAF Nations League.
La entidad llevaba trabajando en la implementación del VAR aproximadamente dos años para ser usado en sus competiciones, con la ejecución de programas de formación y desarrollo para los árbitros de élite de la región. Pero debido al COVID-19 las actividades se retrasaron.
No obstante, tras el reinicio de varias competiciones a nivel continental, la Confederación pudo entrar a las etapas finales de su planificación para introducir el VAR de manera definitiva y en la cual pudo gestionar el proceso de certificación de 22 arbitrios élites de CONCACAF, procedentes de 15 federaciones centroamericanas y caribeñas, durante 40 partidos, en el periodo comprendido entre el 31 de Marzo al 5 de Abril de este año.
En el Complejo Deportivo Fedefutbol Plycem, de Costa Rica, el Jefe del Proyecto VAR de la FIFA, Mike Van Der Roest, y el exarbitro Greg Barkey, fueron quienes impartieron la certificación a los árbitros asistentes a dicha capacitación.
El objetivo de la implementación del VAR en Centro y norteamérica de manera definitiva y completa, es que logre mayor equidad e igualdad en las condiciones y garantías los torneos organizados por CONCACAF y sus federaciones adscritas, ya que aún estaban en deuda para ponerse al día con las ayudas tecnológicas aprobadas por la FIFA.
