Su regreso oficial ocurrió a principios de febrero en el Australian Open, después de más de un año sin competir a causa de varias lesiones. La duda, acerca de si confirmaría su estatus de estrella del circuito y de su estado físico, quedaba en el ambiente tras perder en segunda ronda con la taiwanesa Su-Wei Sieh.
En la madrugada de este viernes, Bianca aseguró su pase a la final del Miami Open con esa demostración de garra y espíritu de lucha que cautivó a miles en Indian Wells, Toronto y el US Open en 2019.
La canadiense se enfrentaba a una de las mejores jugadoras del torneo, la griega Maria Sakkari. La helena, 23 del torneo, había acabado el día anterior con la racha de 23 victorias consecutivas de Naomi Osaka, eliminándola con un contundente 6-0, 6-4.
Aunque a Andreescu le falta más competencia para llegar a su mejor nivel, se impuso en dos horas y 46 minutos con un marcador de 7-6(7), 3-6, 7-6(4). La número 9 de la WTA, pudo sobreponerse a 2 bolas de set en la primera manga y a un quiebre en la tercera, para definir el encuentro en un tie break.
En su primera final desde el US Open de 2019, la canadiense encontrará a la número 1 del mundo, Ashleigh Barty. Será la primera confrontación entre ambas y la primera vez que Andreescu compita contra una actual número uno.
En rueda de prensa le preguntaron sus impresiones acerca de cómo se sentía ante el hecho enfrentar a la australiana. “Ella es la número 1 y lo está haciendo muy, muy bien. Su estilo de juego también. Es algo que nunca he experimentado realmente. Me encantan los desafíos, y sé que ella me desafiará el sábado, así que es una mezcla de todo. (…) Sé que va a ser muy difícil. Está jugando un gran tenis y espero poder estar en mi mejor juego.”
El camino ha sido bastante difícil para Andreescu en este torneo. Cuatro de sus cinco enfrentamientos en Florida se decidieron en el tercer set y debió echar mano a su espíritu de lucha, para imponerse ante jugadoras muy difíciles además de Sakkari, como las españolas Garbiñe Muguruza en octavos de final, y Sara Torribes Tormos en octavos, quien es, así mismo, una de las jugadoras más sólidas de esta temporada en pista dura.