En 2019, el país se unía en torno al equipo que a la postre saldría campeón de la liga por primera vez en su historia, pero desde entonces, las cosas no han sido fáciles para los del gran norte.
Kawhi Leonard, quien fuera su “buque insignia” durante la temporada y quien obtuviera el reconocimiento como MVP de las finales, en un movimiento completamente inesperado abandonó al equipo para poderse integrar a los Clippers de su natal Los Angeles. Leonard, hombre de pocas palabras, diría: llegó el momento de volver a casa.
Luego, en 2020, el equipo resultaría confinado a miles de kilómetros de casa, para la llamada burbuja sanitaria que se llevaría a cabo en Orlando. Al final de esa temporada, el equipo perdería a Marc Gasol y Serge Ibaka, quienes también fueron claves en la rotación del equipo campeón de 2019.
Debido a las restricciones establecidas por la situación sanitaria que golpeaba al mundo, el equipo debió jugar toda la temporada 2020-2021 en Tampa, Florida. Lejos de su base central, de su casa, de su afición, muchos jugadores no estuvieron a la altura, como en el caso de Pascal Siakam, quien había sido otra pieza clave, y la segunda espada detrás de Kawhi en la obtención del título.
En enero de 2021 se les agregaría Gary Trent Jr. proveniente de Portland y al final de esa temporada perderían también a Kyle Lowry, quien se iría a Miami, y quien fuera el último bastión de ese glorioso equipo.
Para la actual temporada, el equipo regresaría del exilio y afortunadamente se le daría continuidad al técnico Nick Nurse, quien a la larga había sido el arquitecto de dicho equipo campeón. Esta temporada los retos eran grandes, el equipo volvía a jugar delante de su afición y si bien, había sido un equipo el que se iba en 2020 y otro muy diferente el que regresaba, también era cierto que quienes se habían mantenido, llegaban con dos temporadas de experiencia en los hombros, como en el caso de Fred VanVleet, el mismo Pascal Siakam y Chris Boucher.
VanVleet, particularmente, debía demostrar que ya estaba listo para tomar las riendas del equipo, sobre todo ante la salida de Lowry. Por otro lado, había otro reto, la temporada empezaba con Pascal Siakam lesionado y al parecer, éste regresaría hasta el mes de Noviembre.
Los pesimistas pensaban que el equipo iba a estar luchando por los puestos bajos del play-in, mientras que los más optimistas los ubicaban en los puestos altos del play-in. Nadie se atrevía a vaticinar a los Raptors como un equipo con clasificación directa a Playoffs.
En mi caso particular, yo estimaba 30 victorias para esta temporada y con ello sería más que suficiente para salvar la temporada, pues mejoraba con respecto a la temporada directamente anterior y le permitía al equipo continuar en su proceso de reconstrucción.
Así comenzó la temporada, el técnico Nurse (famoso por innovar tácticamente) decidió proponer un quinteto inicial sin centro-pívot, lo que le daba mucho movimiento y capacidad de decisión a sus jugadores interiores y a la vez liberaba a los jugadores exteriores.
Dentro de las cosas buenas que se podían enumerar en ese inicio de temporada había sido la incorporación del cuarto pick del draft, el alero Scottie Barnes, quien ya desde la Summer League comenzaba a mostrar bastante cosas interesantes. La versatilidad del novato Barnes, le permitía al equipo jugar con 3 aleros si era necesario, pero en ocasiones, él también se volvía un jugador exterior, si así lo demandaba las situaciones del partido.
Barnes pasó a ser el jugador que le daba equilibrio a las necesidades del técnico Nurse, era el jugador que ayudaba a todos en todo momento y defensivamente, parecía tener el toque mágico para estar siempre donde sus compañeros lo necesitaban.
Pero también hubo cosas malas, como el abandono del equipo por parte del base Goran Dragic, quien había regresado al equipo tras su paso por Miami, y que había entrado en el canje por Lowry. Dragic, era el llamado a aportar la experiencia en el equipo, pero éste se negaría a jugar desde el inicio de la temporada, y forzó un traspaso para el mercado de invierno.
A pesar del impase con Dragic, la dupla de guardias VanVleet/Trent Jr se fue consolidando y Fred (VanVleet) comenzó a liderar el equipo, a sentirse cómodo y con confianza, hasta el punto de entrar en la discusión por un puesto en el All-Star del 2022. Por su parte, Trent Jr. estuvo buena parte del año dentro del top 5 de los máximos robadores de balones y mes a mes se le veía mejorar su promedio de lanzamiento perimetral.
Cuando regresó Siakam, coincidió con el buen momento de VanVleet, lo que le permitió entrar en el juego más progresivamente, sin tanta responsabilidad de asumir el liderazgo inmediato del equipo. Su llegada, también dio más rotación a los aleros, lo que le permitió a O.G. Anunoby ir mejorando, ya que hasta ese punto era una de las grandes decepciones de la temporada del equipo, pues si de alguien se esperaba que entrase al equipo de All-Star era él y no VanVleet. Otro que aprovechó el regreso de Siakam para integrarse más calmadamente y sin tanta presión, era el otro novato Precious Achiuwa, sobre quien cayeron muchas críticas al comienzo de temporada, pero que hacia el final, comenzó a demostrar su valor en la rotación.
Finalmente, cuando menos lo esperamos, el equipo ya no estaba peleando por los puestos de play-in, sino que comenzaría a escalar posiciones hasta ubicarse en la quinta posición, convirtiéndose en un equipo temido para los 4 de arriba.
Nick Nurse había logrado consolidar un equipo, el cual quizá no avance más allá de la primera ronda de Playoffs, donde tendrá que enfrentarse a un viejo conocido como son los 76ers de Philadelphia, pero creo yo que el equipo ha dado más de lo que se esperaba de ellos y queda una gran base para el futuro inmediato. De acá en adelante, cualquier cosa será ganancia para este joven equipo.
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