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En el regazo de los dioses

Se jugaron las finales de conferencia y no faltaron las emociones, el drama, la suerte, el talento, la estrategia, el trabajo en equipo, la reivindicación de figuras olvidadas y el protagonismo emergente de actores secundarios.

Crêdito Foto: Christian Petersen - Getty Images

Conferencia Oeste

La serie final del oeste entre los Phoenix Suns y Los Angeles Clippers comenzó 4 días antes que la del este, lo que significaba dos partidos de diferencia. Rápidamente los Suns se habían puesto 2-0, con un Books pletórico, quien haría un triple doble en el primer partido, anotando 40 puntos ante la ausencia por lesión de Chris Paul. En el segundo juego, la imagen de Paul George (Clippers) se iba creciendo, resultando un partido más igualado y dinámico, los Clippers lo ganaban 103-102, pero faltando 0.7 segundos, un saque lateral de Jade Crowder, terminaría en un espectacular “alley-oop” finalizado por Deandre Ayton, un premio para el buen centro de los Suns, y victoria para su equipo.

Pero si algo nos habían mostrado los Clippers durante estos Play-offs es que no se les podía dar por terminados tan prematuramente, pues habían remontado un 2-0 ante los Mavericks, e hicieron lo propio con los Jazz, quienes habían sido los primeros sembrados de la conferencia.

Los Suns habían recuperado a Chris Paul para el tercer juego, lo cual se presentaba como algo negativo en las aspiraciones de los de Los Angeles, pero de nuevo y como si fuera una constante en estos Play-off, Paul George se puso el traje de héroe y lideró a los Clippers para poner la serie 2-1.

El cuarto partido fue una batalla defensiva, tan sólo en el último cuarto Suns anotaron 15 puntos y los Clippers 14, nadie quería ceder un palmo ante sus rivales. Pero mientras los Clippers desperdiciaban los tiros libres, Chris Paul aprovecharía los suyos, anotando 4 consecutivos, lo que le daría la victoria 84-80 y un 3-1 a favor de los Suns en la serie.

El quinto juego de nuevo sería una sinfonía de George, quien anotaría 41 puntos y 13 rebotes, y que estaría bien secundado por Morris y Jackson con 22 y 23 puntos respectivamente. 116-102 final y alargando la serie al sexto juego (3-2).

El sexto, sencillamente debería llamarse el juego de Chris Paul. El base de los Suns estuvo en todas partes, manejó los hilos e hizo una demostración de control total de la situación. Tengo la teoría personal que el periodo más determinante es el tercero, ya que, si un equipo domina en este, por lo general termina llevándose la victoria. Y así sería, Chris Paul haría crecer su imagen en el tercer cuarto, lanzando hasta 4 triples consecutivos en un gran “mea culpa” de la defensa de los Clippers, y aumentando la diferencia hasta casi los 15 puntos. Finalmente, el partido quedaría 130-103, clasificando a los Suns a su tercera final de la NBA (la última había sido en 1993).

Si bien los Clippers quedaron fuera de las finales, a lo largo de los Play-Offs dieron una gran demostración de amor propio, presentándose como un equipo muy combativo que en una muestra de resiliencia superaron dos rondas muy duras, a pesar de no contar con su gran estrella Kawhi Leonard, quien ojalá continúe el próximo año en el equipo con el fin de consolidar lo que colectivamente se demostró en esta temporada.

Conferencia Este:

Personalmente tenía mucha expectativa sobre esta serie, pues ésta llevaba intrínseco un contraste que hace bello al baloncesto: los Hawks llegaban como el equipo lírico, liderados por un Trae Young que se divertía a su antojo sobre la duela, y los Bucks quienes representaban el juego físico y explosivo, liderados por su gran estrella Giannis Antetokounmpo. El Ying y el Yang del baloncesto.

Comenzarían pegando primero los Hawks, sorpresivamente derrotando a los Bucks en su cancha, donde no habían perdido hasta ese momento en los Play-Off. El partido fue muy equilibrado, como se esperaba, con Antetokounmpo (34 puntos) haciendo sus apariciones sorpresa debajo del aro, y con Young (48 puntos) sacando “floaters” y triples de debajo de la manga. Al final los libres decidirían el partido 113-116 a favor de los Hawks.

Para el segundo juego, los Bucks ajustaron el sistema defensivo con el fin de no dejar brillar a Young, y lo consiguieron, pues el joven base de los Hawks se fue al final del tercer cuarto con apenas 15 puntos y con 9 pérdidas de balón no forzadas!. En ataque, Antetokounmpo y Holiday brillaron y fueron muy bien secundados por Khris Middleton, quien acabaría con 7 rebotes y 8 asistencias. Victoria de los Bucks 125-91.

Llegaría el tercer juego, bastante equilibrado, con ambos equipos tomando precauciones defensivas sobre los jugadores estelares. Bucks de nuevo repartía las obligaciones ofensivas en sus tres guerreros (Antetokounmpo, Middleton y Holiday), mientras que Hawks reencontraba a Young como su gran figura. Pero llegaría le momento del drama para los de Atlanta, Young se lesionaría su tobillo cuando accidentalmente pisara a uno de los árbitros. El base se retiraría con 35 puntos y a su equipo le costaría reponerse, mientras que los Bucks aprovechaban y en el último periodo romperían el equilibro del partido, ganando 113-102.

Con Young afuera por lesión, parecía que la armada de los Bucks iba a pasar por encima de los Hawks en el cuarto partido. Pero un buen trabajo de equipo compensaría su ausencia, con Williams tomando el relevo, y anotando 21 puntos, mientras que Bogdanovic aportaría 20 más. Los de Atlanta mantenían a raya a Antetokounmpo y compañía, quien no obstante era una amenaza constante a pesar de haber anotado tan solo 14 puntos hasta ese momento. Y así como la madre fortuna les había sonreído a los Bucks en el tercer juego, en esta les daría la espalda. Antetokounmpo saldría lesionado disputando un balón aéreo con Capela, ambos caerían al suelo, pero el griego llevaría la peor parte con un giro inesperado de su rodilla. 110-88 final, con Atlanta empatando la serie 2-2.

Con las dos estrellas de la serie afuera (Young y Antetokounmpo), cualquier cosa se podía esperar. Los equipos dependían del trabajo de pizarrón y si bien, en Atlanta trataron de repetir la fórmula concentrando el trabajo ofensivo en sus dos guardias Williams-Bogdanovic, fue más desequilibrante el duo Middleton-Holiday por parte de los Bucks, quienes además contaron con un trabajo impecable de Brook Lopez, quien anotaría 33 puntos en una noche antológica, donde el centro originario de California nos daría una demostración de cómo se jugaba en su posición en la vieja escuela. 123-112, arriba Bucks en la serie.

Para el sexto partido, los Hawks contarían con el regreso de Young, pero en lugar de sumar, irónicamente la presencia del gran base le restó a su equipo. Young no estaba en su mejor forma, y se notaba: 23.5% de acierto en sus lanzamientos, 0% de acierto en triples y 5 pérdidas de balón no forzadas. No con ello quiero poner toda la responsabilidad de la derrota en Young, se debió más a desaciertos técnicos y quizá a una falsa relajación de sus compañeros que creyeron que con la presencia del base todo regresaría a la normalidad para ellos. 118-107 final, consiguiendo así los Bucks su tercer pase a una final de la NBA (la última vez sería en 1974).

Si bien hemos tenido una temporada atípica, los Play-Offs no han carecido de emoción, hemos tenido 16 equipos que lo han dado todo, series que dieron giros dramáticos, despedidas tempranas que no estaban en los cálculos de nadie, protagonistas que no desentonaron con la responsabilidad que se les otorgaba, y nos deja dos equipos que por su constancia a lo largo de la temporada y la postemporada son grandes merecedores de estar en la final, una final que queda, como diría Automedon en la Iliada: en el regazo de los dioses.

Sala de Redacción Golazo Canadá. Tomamos las notas de prensa de los diferentes medios y entidades deportivas en Canadá para hacer la publicación en español. Contacto: radiosportsmtl@gmail.com

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