- Kansas City Chiefs 38 – Buffalo Bills 24
En un juego que en principio parecía parejo y el cual se esperaba nivelado, resultó una dominación total por parte de los campeones hacia su rival. Realmente Buffalo se miró completamente apabullado y minimizado por su contrincante. A lo largo del juego, la gran ofensiva por la que se destacaba este equipo fue detenida por una unidad defensiva que mantuvo una presión constante hacia Josh Allen (Bills QB) y compañía.
Los Bills iniciaron con un 1er cuarto brillante, donde se vieron muy confiados, balanceados tanto en ofensiva como en defensa. Lograron parar el ataque de KC en su primera oportunidad con el balón, así mismo como convertir un gol de campo en su primera serie ofensiva y un poco más tarde, gracias a un error de los equipos especiales de Chiefs, recuperaron el balón después de una patada de despeje dentro de la zona roja para después anotar e irse arriba en el marcador por 9 puntos.
Sin embargo, después de un inicio rocoso, los Chiefs ajustaron su plan de juego y dominaron completamente el partido durante el 2do y 3er cuarto. KC anotó 21 puntos sin respuesta alguna del contrario. Mahomes y compañía hicieron de las suyas y lograron mantener la ventaja durante todo el transcurso del juego, obteniendo de este modo una victoria aplastante.
Tras terminar la primera mitad del partido, ya se notaba una gran brecha tanto en el marcador como en el terreno de juego. Parecía que Buffalo no encontraba respuesta ante la velocidad de los jugadores ofensivos de Kansas City y no lograban presionar de manera eficiente al QB.
Del otro lado del balón, se esperaba un partido estelar por parte de la ofensiva de los Bills, pero la nula participación por la vía terrestre, la inexperiencia de Allen y el buen juego defensivo por parte de KC frustraron el desempeño de Buffalo. En la segunda mitad, la frustración se hizo aún más evidente ya que los jugadores de los Bills, provocaron un par de pañuelos al comenzar una pelea dentro del emparrillado.
Allen trató de levantar a su equipo, pero la gota que derramó el vaso fue la intercepción que lanzó en el 3er cuarto. Después de este suceso, se pudo ver claramente cuál de los 2 equipos saldría vencedor. Al concluir el partido, Pat Mahomes terminó con un total de 29 pases completos, 325 yardas y 3 pases de anotación, logrando con el último de estos pases, imponer un nuevo récord como el QB con más pases de anotación en 7 juegos de Playoffs, sobrepasando a Matt Ryan con un total de 18 anotaciones en el mismo periodo.
Algunos otros jugadores clave del equipo también brillaron en la ofensiva, como es el caso del Ala Cerrada, Travis Kelce, con 13 recepciones (2 de ellas en la zona de anotación) y 118 yardas, además del receptor estrella Tyreek Hill que terminó el juego con 9 recepciones y un total de 172 yardas.